Toda la onda new age, almas predestinadas a estar juntas, alineación de planetas, intervenciones de fuerzas "mágicas" para explicar la puesta en acción de los personajes, reencarnaciones y tufillo religioso tapado por un muy poco verosímil planteo pseudo filosófico definitivamente no va conmigo. Se veía venir la cosa desde el principio, pero me dio curiosidad ver cuánto podía su autor disimular su bajada de línea catolicona. Es un libro solo para quienes sienten o piensan en la misma sintonía. Para mí fue ridículo, absurdo, irritante. Hasta el final, donde terminó de derrapar por el barranco. Una estrellita, dice GR, quiere decir "did not like it". I did not like it at all.